Generalmente uno de los conflictos que se nos presentan
cuando vamos a realizar un discurso es cómo comenzar. Está demostrado que esos primeros 30 segundos
son decisivos para el orador y el público. De ese primer impacto depende si el
espectador le dará su atención y respeto al ponente. Por ello hay que planear
muy bien cuáles son esas primeras frases con las que nos presentamos ante
nuestros espectadores.
La forma de iniciar
el discurso tiene que ver también con el estilo del orador y por supuesto con
el lugar y el público que se tendrá. Ser creativo es una de las mejores armas
de la persuasión. A continuación les
brindo 5 ideas para comenzar con éxito.
1)
Hacer una pregunta que conecte con la audiencia:
Esta es la forma
más común de iniciar un discurso, se debe prever la respuesta del público. Si es un auditorio
numeroso, debe plantearse una interrogante cerrada, de manera que puedan responder solo levantando la mano, afirmando o negando.
Es una manera de pedir la interacción e
involucrar a los oyentes en los primeros
minutos para que estén atentos a lo que se va a plantear. La pregunta debe
resumir el propósito de la charla. Por ejemplo,
si se está hablando del calentamiento global, se podría preguntar “¿Cuántos de ustedes saben qué hacer para
ayudar a frenar el calentamiento global?”
2) Conectar
con sus intereses:
Utilizar frases
puntuales para poner énfasis en el tema como “hoy quiero decirles algo que les
va a interesar…” Con este recurso pueden
utilizarse estadísticas o datos importantes, que quizás no sean muy conocidos
por la audiencia pero que se vincule a ellos. Por ejemplo si se va a dar una
charla de motivación a universitarios podría comenzar “hoy quiero decirles algo que les va
interesar, para lograr la inserción
en el mercado laboral. Según reflejan
los estudios del observatorio de
innovación para el empleo, el 80 por ciento de los jóvenes universitarios en
España no tienen grandes expectativas de ejercer la profesión para la que se
están formando y lo consideran un reto casi inalcanzable, pero esto puede
cambiar…”
3) Comenzar
con una cita:
Una
frase o fuente conocida te permitirá romper el hielo rápidamente. Procura
escoger un autor que sea fácil de identificar por el público para que se sienta
más identificado. Para ponerle
naturalidad puedes acompañarla de otra frase por ejemplo: “Cuando venía
caminando por el pasillo me vino a la mente la frase de….”
4) Comienzo
sorprendente :
Para utilizar
este recurso es necesario hacer gala de la creatividad de la que te hablaba al
principio del escrito, es quizás esta la forma más original de poner un sello
personal a una charla, esto hará que el auditorio levante la mirada ante el
elemento que se presenta, puede ser
utilizando un objeto, fotografías, videos o simplemente gráficos
alarmantes. Por ejemplo: “jóvenes saben
ustedes que tenemos la tasa de paro más alta de Europa…”
5) Contar
una anécdota o parábola:
Cuando contamos
historias estimulamos la imaginación de la audiencia, y resulta más divertido y
ameno. Tenemos que prever que sea un cuento corto con principio y final,
no más de un minuto y medio, para hacer
la analogía con el tema que se va a tratar. Los mejores oradores casi siempre
están utilizando este recurso que en la actualidad se llama stortelling. Si vas
a contar muchas anécdotas o historias durante la exposición será mejor comenzar
de otra manera para no cansar al público.
Recuerda que lo más importante
para estos primeros segundos es conectar con la audiencia, por ello debes
mostrarte relajado. Lo mejor es ir al grano
y no dar tantos rodeos para plantear tu hipótesis. Ser claro y preciso será
determinante para triunfar.
muy buenos consejos! gracias!
ResponderEliminarGracias por tu comentario Diana!
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