Es difícil separar los conceptos crisis y líder. Por una parte, las
crisis se generan por falta de liderazgo y por la otra para salir de ellas hace
falta buenos líderes.
Existe una crisis global a todos los niveles económica,
política, social y moral. El ciudadano
actual es una persona decepcionada de los líderes que no supieron garantizar el bienestar de la
población y que percibe que los dirigentes de hoy tampoco lo harán.
La firma Ketchum Global
lleva tres años monitoreando la opinión de las personas con respecto al liderazgo y la comunicación efectiva en el
mundo, en sectores como los negocios ,
gobierno, servicio comunitario, comerciales, sindicatos y sin fines de lucro.
En las conclusiones del estudio dado a conocer
en mayo de este año (Leadership
comunication monitor, 2014), solo el
22 % piensa que los líderes del mundo muestran un liderazgo adecuado: “La gente cree que solo tres de cada diez
líderes se hace cargo cuando comete un error”.
Para los más de 6 mil ciudadanos encuestados en 13 países de todos los continentes, entre
ellos España, los líderes políticos son
los peor valorados con 70% de rechazo y los
mejor posicionados son los tecnológicos con 29% de rechazo.
La
vinculación de las personas con un líder es totalmente motivacional, líderes como Steve Jobs (Apple) y Mark Zuckerberg
(Facebook), son el aspiracional de la sociedad,
por eso la industria tecnológica supera ampliamente a todas las demás.
Cabe destacar que incluso los líderes humanitarios y de ONGs están
inmersos en esta crisis de credibilidad al descender en la confianza de los
seguidores.
Población desilusionada: La palabra “desilusión” forma parte de las
conclusiones, y los Españoles encabezan esta lista denominada “Indice global de desilusión” por tener
la menor confianza y credibilidad en sus dirigentes, por el contrario de los Chinos que son los que se muestran más positivos.
La gente tiene puestas sus esperanzas en la llamada “generación Y”, que hoy está
entre 20 y 40 años, que se hará cargo del liderazgo en gobiernos y empresas en
los años venideros. Es decir, que no
esperan soluciones de los líderes que están en el momento sino que las están
esperando de la generación que viene.
EL NUEVO LÍDER: comunicativo, sensible, que genere emociones, y sin miedo.
La
comunicación es la clave: Sin ninguna sorpresa, el estudio
reflejó que la gente está pidiendo alineación
entre los que se dice y se hace. 74% de los entrevistados dijo que la
comunicación eficaz es fundamental para garantizar un gran liderazgo, y solo el
29% cree que los líderes los hacen.
Liderazgo de género: el mundo se encamina hacia un modelo de
liderazgo más “femenino”, pues las mujeres fueron vistas con notable mejoría,
las personas piensan que poseen más atributos para ser líderes eficaces.
Líderes sin miedo: Las conclusiones revelan que en épocas de
crisis los ciudadanos piden honestidad, transparencia y capacidad de resolver
los problemas sin miedo y con calma.
La fórmula perfecta: Liderazgo creíble = abrir comunicación +Acción decisiva+presencia personal
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