Los lobbies son grupos organizados que quieren influir en las
leyes para beneficiar al grupo que representan, es una actividad habitual y reconocida en el
mundo entero por las democracias modernas, regulada en algunas partes como en los Estados Unidos desde 1946
y recientemente en la Unión Europea (2008). Poner una normativa a la operatividad de estos
grupos se ha vuelto una necesidad para los Estados, ya que las negociaciones en
las que se involucran para intervenir o no en la aprobación de una ley afecta al
interés general.
Mucho se ha hablado de la presión
que ejercen los lobistas en los gobiernos, sobre todo en las decisiones que
tienen que ver con materia financiera, industria y comercio. Llegándose a ver como
grandes empresas moldean las políticas a
sus intereses, creándo una experiencia negativa en torno a esta actividad. Esto
sin duda, y algunos escándalos de sobornos y tráfico de influencias, han llevado a crear normas para su desenvolvimiento
y así lograr transparencia en la toma de
decisiones. Pero paradójicamente, también es su gran influencia y poder, la principal causa por las que muchos Estados aun no los
regulan.

Es claro que esta normativa debe
aprobarse rápidamente para evitar, el tráfico de influencias y el conflicto de
intereses. Se trata de darle carácter legal a una actividad que se desarrolla
diariamente en la clandestinidad y que es constantemente implementada por el 70% de las grandes corporaciones del
mundo. Pero que sin límites establecidos no aporta transparencia y
confiabilidad en la toma de decisiones públicas. Los lobbies son prácticas
asociadas a los más poderosos, quienes tiene los recursos para influir en los poderes públicos, por esta razón y por la invisibilidad con la que actúan, se tiene una matriz de opinión negativa en el país. Pero su practica no siempre esta asociada a interese particulares, de hecho, contrario a lo que se cree, su regulación no acarrearía su desaparición, sino por el
contrario les daría mayor credibilidad, sobre todo en épocas de cambios y de escándalos de
corrupción como las que vive España y dejaría en igual de condiciones a los menos poderosos, lo que resulta más sano
para el desarrollo de la democracia representativa.
Expertos en la materia indican
que cada vez habrá más práctica de grupos de interés, pues los ciudadanos han
entendido que no solo se puede hacer presión en épocas electorales o en manifestaciones
de calle, sino que hay que organizarse en torno a la política y crear vínculos más
estrechos para llevar articuladas las propuestas de la sociedad civil a los
parlamentos y al gobierno.

Y se tipifica que “El registro de
transparencia tiene la finalidad, por tanto, de registrar las organizaciones y
personas que ejercen estas actividades y encuadrarlas en un código de conducta
común. Esta medida favorece la transparencia y el respeto de la legislación y
la ética, con el fin de evitar, por ejemplo, presiones excesivas o un acceso
ilegítimo a la información y a los responsables de las decisiones políticas”

El código de conducta aprobado en
2011, luego de otro escándalo, destapado por periodistas del “Sunday Today” que
se infiltraron en Bruselas como lobistas, también se muestra insuficiente, para
la CEO “para prevenir de manera efectiva que los comisarios acepten trabajos de
lobistas y otros empleos que también impliquen conflictos de intereses”.
El clausulas establecidas para los lobistas versa que está prohibido "obtener información o decisiones de forma deshonesta o
recurriendo a una presión abusiva o a un comportamiento inadecuada" además “no
incitarán a los miembros de las instituciones de la Unión Europea, a los
funcionarios u otros agentes, a los asistentes ni a los becarios que trabajan
para dichos miembros a infringir las normas y las reglas de comportamiento que
les son aplicables”. Si bien es cierto que regula la ética con la que deben
actuar, es escaso y muy inexacto su contenido, considerando las prácticas irregulares que se
han descubierto.
Se espera que este año 2013, se
discuta nuevamente en el seno del Parlamento Europeo, la obligatoriedad o no
del registro de transparencia, y que se endurezcan las normativas en cuanto a
declaración de recursos con los que opera un lobista, además de una cláusula
para garantizar la confidencialidad. Países como España también parecen estar
encaminadas en la regulación, aunque con menos empuje, ya es la cuarta vez que se intenta discutir sin exito en el parlamento. Esta actividad ya tiene
normativas en países avanzados, con altos niveles de transparencia en la
gestión pública como Canadá, Francia, Reino Unido y el precursor Estados
Unidos.
BIBLIOGRAFÍA
Informe CEO, “Lobby Planet” http://corporateeurope.org/sites/default/files/lobby_planet_es.pdf
Registro de Transparencia y Código
conducta Unión Europea
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